La realidad, los eventos que
vivismo día tras día han ido cambiando nuestro contexto, un contexto que hace
unas décadas era totalmente diferente, pero sobre todo la comunicación que se
ha llevado en la política ha roto nuevos paradigmas, el hombre, tal y como lo
conocemos es un hombre con ganas de tener poder, con ganas de ser hombre, por
decirlo de alguna manera “superior”, el hombre político de México es una
persona contradictoria, una persona con falta de virtud. Menciono lo anterior porque
me gusta compaginar las lecturas que tenemos con la realidad que vivimos, y
sobre todo recordemos que percepción es realidad. Tenemos una sociedad
debilitada en el área del conocimiento, sabemos que hay sus excepciones, pero
en la mayoría carece de un pensamiento crítico, de un raciocinio que comprometa
los intereses de la naciones, tenemos gobernantes sin virtud, sin capacidad de análisis,
esos filósofos rey, que se planteaban en la literatura clásica quedan como una
simple ilusión, y los conocedores del bien solo son mencionados durante
campañas de motivación político.
Hoy en día la educación es
mediante la televisión, la mayor parte de las personas, del “vulgo” es educada
en las casa por medio de un aparato electrónico y no en las aulas donde
deberían desarrollar su mente y su inteligencia, como lo planteó Giovanni Sartori
en su libro Homo Videns el homo sampiens que se caracterizaba por su “plano intelectural”
queda totalmente desplazado por un homo videns, un ser que en vez de utilizar
el lenguaje y los símbolos pensado y reflexionando, queda totalmente
neutralizado con imágenes audiovisuales que le facilitan la toma de decisiones,
el voto se vuelve seductor en vez de crítico y reflexivo.
Esto me hace pensar mucho en política,
como poder comunicar a una masa de personas, entre la individualidad de cada
uno, con un enfoque global pero también particular, es importante pensar que
dentro de la comunicación política debe existir la investigación constante,
debe ir a lo profundo de los mensajes, a cada uno de esos rincones
comunicativos para poder crear un “mapa de creencias” de la sociedad y poder
comunicar los mensajes como quieren escucharlos, como quieren oírlos, y que es
lo que quieren escuchar, la persuasión se vuelve fundamental dentro de la
comunicación política, pero aún asi existe un sector pensante, un sector que
sabrán que nuestro mensaje esta enviado hacia la mayoría, y por tal motivo no
podemos excluirlos, debemos armar argumentos firmes y no contradictorios de
nuestros argumentos que expresemos.
La percepción de la comunicación
debe estar basada en el sistema de creencias de la sociedad, ese sistema de
creencias debe ser encaminada a “ideales” a jugar con la percepción, el
político hábil encontrar el lado emocional de la sociedad, generando una
identidad firme con ellos, con sus “seguidores”, que al oir el mensaje del
político serán cautivados y emocionalmente involucrados escuchando frases como “yo
pase por eso mismo”, “me siento identificado con el”, “creo en su proyecto
político”, estas ideas que se van formando en el conglomerado de nuevas ideas,
forman la opinión pública, que determinará el éxito o fracaso de nuestras
elecciones, ya que normalmente estas decisiones se toman en tiempo electorales.
Nunca olvidemos como
comunicólogos que en el reino de las creencias y percepciones el lenguaje ocupara
un papel especialmente destacado. Creo firmemente que las palabras utilizadas
dentro del mensaje del político son mas importantes que en el orden que se
emplean, tenemos que tener mucho cuidado como vamos a trasmitir un mensaje,
puede ser positivo, pero la aceptación negativa, debemos estar contextualizados
y sobre todo el enfoque debe salir desde la sociedad, para la aceptación de
propuestas o políticas públicas.
Hoy en día la comunicación
política se vuelve el arte de la persuasión, pero hay una base fundamental que
son lo valores, dentro del mensaje que se emite a nuestra sociedad los valores juegan
un papel fundamental, y dependerá también de la percepción de nuestro mercado
electoral, y a la vez de nuestras acciones congruentes, y por tal motivo el
formato audiovisual se vuelve un protagonista de nuestras estrategias
electorales.
La limitante en tiempo y formas
obliga a los estrategas de comunicación a buscar medios alternativos para poder
trasmitir nuevas ideas, nuevos enfoques y es ahí donde entra la internet como
protagonista y canal de comunicación, al romper las brechas de distancia y
culturales, dependerá, como yo los he de llamar los think tanks, o “tanques de
pensamientos” establecer las mejores estrategias para hacer llegar el mensaje a
nuestro receptor.
También quiero recalcar que la
distancia que existe entre los partidos políticos, los políticos, el gobierno y
la sociedad se vuelve más alejado, la participación ciudadana es menor en los
partidos políticos, la vida política se centra en comunicar lo que hace, y en
establecer las mejores estrategias en los medios de comunicación, olvidando que
al final de todo esto, se encuentra un ciudadano, con ganas de ser atendido, de
ser escuchado y de superarse, pero si nos centramos en solo la comunicación
como puente, el último eslabón de la cadena que es el ciudadano, se desprende y
vuelve independiente.
Las redes sociales se vuelven
centrales en la formación de un vínculo directo con los actores políticos, es
importante mencionar que los partidos políticos deberían abrirse a esas redes
para tener una actividad más activa con sus diversas comunidades, ofreciéndoles
una forma concreta y eficaz de colaborar en las actividades del partido. Y para
ir concluyendo creo que la comunicación debe ser ahora personal y directa, pero
la pregunta central radica ¿cómo poder usar los medios alternativos de comunicación
para tener en primer instancia la atención, el interés, la decisión y la acción
de nuestros mercados electorales y sobre todo de la ciudadanía con los partidos
políticos?
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